¿Vos también pensabas que colocar césped en invierno no era recomendable?
Te contamos que realizar la colocación en esta estación del año tiene muchos beneficios que harán de tu jardín el mejor espacio.
El césped no sufrirá tanto estrés
Normalmente, como cualquier planta que es extraída de su lugar de crecimiento, quedando con sus raíces expuestas y es transportada a otro punto en el cual pasará un tiempo sin tocar tierra fértil, el césped sufre estrés, el cual podría afectar al crecimiento apropiado del mismo. En este proceso, no debe haber una exposición excesivamente prolongada de las champas de césped al aire, las cuales van a encontrarse enrolladas y apiladas, listas para la colocación.
Sin embargo, en el invierno, hay una gran ventaja y es que el césped no va a sufrir tanto estrés en el traslado y el trasplante que se da desde el campo hasta el lugar de la colocación. Esto se debe a que las bajas temperaturas hacen que las plantas entren en un estado de dormición. En ese estado, no serán igualmente sensibles a los cambios, roces y movimientos que si se encontraran en su estado habitual.
Además, tenemos el beneficio de que debido al clima frío y sus bajas temperaturas, las hojas del césped no se van a secar tan rápidamente como sí sucedería si estuvieran expuestas a un clima seco y caluroso.
El invierno no significa césped amarillo
Muchos suelen creer que en la época de invierno, el césped se encontrará amarillo. Pero no es así, debido a que este césped que vamos a colocar ya se encuentra resembrado con rye grass anual. ¿Qué significa? Que se sembró en el campo en otoño y continuó creciendo hasta convertirse en una especie de “alfombra” de pelitos verdes. Debajo de ella se encontrará el cesped puro (Tifway o Bermuda) en amarillo y en primavera se volverá verde junto con la desaparición del rye grass. Esto hará que puedas tener tu jardín con un césped bien verde incluso cuando acaba de ser colocado y con el frío presente.
La cantidad de riego
Otro beneficio que nos trae el clima del invierno y que debemos aprovechar, es que el césped recién colocado, no necesitará de mucha cantidad de riego comparada con la que requiere en épocas de primavera-verano. Esto debido a la humedad propia de esta estación del año. Gracias a eso, el suelo se mantendrá óptimo para el correcto enraizamiento y desarrollo de las champas sin la necesidad de riego constante. En este caso, regarlo 3 veces a la semana será suficiente para garantizar un exitoso crecimiento. Hay que destacar el hecho de que además, esta disminución en la cantidad de riego, generará un significativo ahorro de agua, con todos los beneficios que esto supone para el medioambiente.
Menor costo y mayor disponibilidad
Por último, un dato muy importante es que al no ser tan habituales las colocaciones de césped en los meses de frío, habrá mayor disponibilidad de mano de obra para realizar el trabajo. Y claro, como consecuencia, también tendremos una disminución en el costo de las parquizaciones.
Entonces, ¿qué esperas para colocar tu césped?